Si hacemos caso a la etimología directa del término, Altzaga podría significar lugar de alisos. En cuanto al término Alzaga según lo enuncia Koldo Mitxelena al estudiarlo, dice que en algunos apellidos parece haberse conservado el estadio primitivo –aa: Alzáa, Oráa (Horáa); es preferible esta interpretación a suponer, como se hace, que Alzáa, por ejemplo, es variación de Alzaga (véase –aga): Topónimos Kalamua (Eibar, Guipuzcoa), a fines del siglo XVIII Calamuaga (kalamu <cáñamo>).
El lingüista añade distintos ejemplos, que, por sobrepasarnos, remitimos a los lectores interesados a su conocido libro “Apellidos Vascos”, donde argumenta sus conocimientos sobre el tema en los apartados 1, 10 y 36, en esto último haciendo precisamente referencia de esta maneta a lo que hemos indicado al inicio de este apartado Alzaga: al(t)za, (h)altz (aliso): Alza, Alzaa, Alzaete (Alzate, Baztan), Alzaga (Alcega), Alzaibar (Alcibar), Alzegui (Alcegui), Alzola (Alzolabea, Alzolaras en el Deba). (1)
Como muchas de las poblaciones del Goierri, la antigua colación de Alzaga (según la enunciaban entonces), se unió a Villafranca el 8 de abril de 1399. Sus habitantes lo hicieron así con el propósito de solucionar los problemas de seguridad que tenían en esa época; de la misma forma lo hicieron también la mayoría de esas otras pequeñas colaciones guipuzcoanas. Con dicha unión delegaban en el alcalde de Villafranca todos sus problemas de orden derivados de la jurisdicción civil y criminal, pero se reservaban la potestad de administrarse económicamente.
Esta antigua colación de Alzaga, se separó de esta Unión de Villafranca en 1615, cuando compró el título de Villa tras pagar a la Corona 9.785 reales, unas 2.446 pesetas con 25 céntimos de la época, dicho así por el autor tras implantarse el S.M.D. durante la segunda mitad del siglo XIX. Este pago se llevó a cabo tras efectuarse el padrón oficial de su vecindad entonces, matrícula ésta que determinaba el licenciado Hernando de Ribera como delegado del Rey para tales menesteres; también hacía lo mismo dentro de la provincia para todas esas otras poblaciones que ya habían manifestado su voluntad de constituirse como villa en 1615 y tenían garantías económicas de poder hacerlo.
Este licenciado nombrado por el gabinete de la Corona, computó finalmente 35 matrículas de vecindad en Alzaga, que en realidad no eran vecinos, tal y como se entiende hoy en día, sino una forma de agrupar personas o grupos familiares dentro de una determinada colectividad, siempre intentando evitar la picaresca de que algunos no pagaran a la hacienda por esa pretendida merced que el rey Felipe III otorgó. (2) Esas 35 matrículas de vecindad suponían en realidad alrededor de 190 habitantes.
La parroquia de Altzaga ya era de advocación al arcángel San Miguel en esa época, al tiempo que la única ermita del municipio seguía siendo la de Nuestra Señora de Altzagarate, también llamada de Altzamendi. Hacia principios del siglo XX Altzaga era la penúltima villa de Guipuzcoa en cuanto a número de habitantes. Dada su difícil orografía y escaso territorio, por su jurisdicción apenas transcurría una regatilla de cierta entidad y escaso cauce, de forma que por acuerdo entre los regidores de ambas vecindades, sus habitantes acordaron bajar a moler todo el grano que producían al molino de Ibares, tal y como observaremos después en el texto siguiente correspondiente a la villa de Arama.
El escaso territorio y vecindad de algunas villas también propició la creación de otra nueva Unión de poblaciones a partir de 1615, esta vez entre villas de nueva constitución, denominada del “Río Oria”. Esta agrupación se constituyó sobre todo para prorratear los cuantiosos gastos que se producían cuando se enviaba de forma individual un representante a las Juntas Ordinarias de Guipuzcoa, celebradas normalmente cada cuatro años durante once días seguidos de trabajo. La constituyeron entonces las actuales villas de Altzaga, Arama, Gaintza, Itsasondo, Legorreta y Zaldibia en 1615. Ataun también se unió en 1651, pero estuvo poco tiempo en dicha unión, dado que se salió de ella en 1664. También se marcharon Arama y Zaldibia en 1682, aunque Zaldibia volvió a entrar de nuevo en 1741 para separarse definitivamente en 1768, año en el que Arama regresó a esta denominada Unión del Río Oria. (3)
Alzaga (con dicha grafía), ocupaba el asiento número 35 a la izquierda del Corregidor en las Juntas Generales de Guipuzcoa, siempre conforme al cuadro de ubicación confeccionado en su día por la historiadora Rosa Ayerbe Iribar. Su lugar se ubicaba entonces entre los asientos que ocupaban los representantes de Urnieta y la que llamaban “Señores de las Villas”. (4)
Esta agrupación de villas se disolvió definitivamente en 1856, tras la evolución legislativa mantenida durante esos 241 años de trayectoria en común, al considerar ya las poblaciones constituyentes que su continuación era innecesaria. Según la “Estadística de los pueblos y habitantes de Guipuzcoa de 1860”, la villa de Alzaga se sustentaba en 1860 con apenas 25 casas y una población de 218 habitantes. (5)
Altzaga todavía mantiene actualmente estas casas y caseríos con sus propios nombres identificativos: Urruti bera, Artzabaltza, Urruti barrena, Toki alai, Urruti garaioa, Etxe alai, Segore, Torremendia, Erretoretxe, Udaletxea, Erzille, Kabi txiki, Errezola, Etxeberri azpi, Saletxe, Etxeberri goikoa, Mendoiola barrena, Mendiolarte, Matxinea, Mendiola goena, Iparragirre, Altzagarate, Sahatseta, Sarasola txiki, Sarasola aundi, Sarasola goikoa, Abali goena, Abali erdikoa, Abali erdi berri, Abali barrena y Txouri. (6)
Las otras casas de ese nuevo barrio surgido en época moderna, denominado “Urruti zelai”, situado bastante próximo a la parroquia, carecen ya lógicamente de nombre propio hoy en día, aunque el solar donde se ubican sigue conservando en la mayoría de los casos, y con buen criterio, su antigua toponimia.
Diremos, como una curiosidad más y sin ninguna ratificación documental confirmatoria, que la tradición oral sigue manteniendo viva, al igual que en algunas otras poblaciones guipuzcoanas, que el primer núcleo de población se situó en la zona alta del territorio, siempre al amparo y en torno a esa antigua ermita de Nuestra Señora de Altzagarate. Así lo afirman también algunos estudiosos, a través de la etimología de las palabras, al citar algunos vecinos mayores todavía ese pequeño casco de población actual donde se sitúa el Ayuntamiento con el nombre de “Altzaga bidea”.
Hacia principios de la segunda década del siglo XX, medio siglo después de los datos que observamos en la citada “Estadística de 1860”, Alzaga seguía teniendo un total de 25 casas, de las cuales tan solo cinco se situaban en torno a la parroquia. La altura de su núcleo principal sobre el nivel del mar es de 290 metros. Las fiestas patronales siguen siendo el 29 de septiembre en honor al patrón San Miguel Arcángel. (7)
Por otra parte, ciñéndonos a los datos que publica la “Enciclopedia Auñamendi” sobre un personaje del pueblo, observamos que en Altzaga hubo un curioso personaje, de oficio labrador, llamado Juan Domingo Goitia Garmendia, que escribió un tratado de agricultura en lengua vasca ya durante la segunda mitad del siglo XIX. El libro se publicó en el año 1886.
- Apellidos Vascos, Koldo Mitxelena, Txertoa, 3ª edición, apartados 1, 10 y 36, páginas 35, 36, 37 y 43
- Geográfica de Guipuzcoa, Serapio Mugica, página 923
- Pueblos de Guipuzcoa, Javier María Sada
- Cuadro de la historiadora Rosa Ayerbe Iribar, publicado en el libro “Gudugarreta en la historia de la comarca”, página 129, fotografía 28
- Cuadro Estadístico de la Diputación de 1860 de los habitantes de Guipuzcoa
- Información facilitada por el Ayuntamiento de Altzaga
- Geográfica de Guipuzcoa, Serapio Mugica, páginas 922/923
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