Si en algo están de acuerdo los estudiosos es en la antigüedad de Lazkao, que ya viene citado en documentos desde el siglo XI, concretamente desde 1053, como mucha gente ya conoce. La catedrática Elena Barrena decía, respecto al lugar de Lazkao en los siglos X-XII, en “Orígenes de una Comunidad” que en 1053 los condes de Durango realizaron distintas donaciones al monasterio de San Agustín de Etxebarria en Elorrio, figurando entre los confirmantes al acto como personas relevantes que ya serían, un tal Eneko López de Lazcano (“Eneco Lupiç de Laçkanu”) y, junto a él, Gómez Fortuniz de Ormaiztegi y Nanuso Narriateç de Loinaz (“Gomiç Fortuniç de Formaiçtegi” – “Nanuso Narriateç de Lohinaç”). Se explican y amplían los datos de las fuentes iniciales en el libro “Gudugarreta en la historia de la comarca”. (1)
No hemos encontrado nada importante respecto al término Lazcano en esa tercera edición de “Apellidos Vascos” del lingüista Koldo Mitxelena. No obstante, Elena Barrena continúa diciendo esto sobre la estructuración actual del citado término Lazcano: está compuesto por la raíz Lazc- y por el sufijo latino –anum, y que evolucionó al castellano como –ano y al euskera como –ao. Dice también que estos sufijos son abundantes en Euskalherria, (2) Y, por nuestra parte, ahí lo dejamos.
Algunas colaciones cercanas a nosotros, como Lazcano o Arriaran por ejemplo, donde Parientes Mayores con plenos derechos habitaban en sus solares, siguieron trayectorias diferentes a las seguidas por otras poblaciones guipuzcoanas sin una incidencia tan directa. Los primeros eran habitantes que poblaban el solar del Señor de cada término, con todas las consecuencias derivadas a favor y en contra de todo lo que eso significaba, y ello sin duda hacía que su día a día fuera diferente al resto de habitantes de otros lugares sin esa influencia tan directa.
En el año 1350 un tal Lope Garcia de Murua ya era conocido como señor de Lazcano con mayúsculas. Este Murua era un señor de la guerra, dado que prestaba sus mesnadas al mejor postor, unas veces al rey de Navarra y otras al de Castilla. Se declaraba vasallo de ambos, y recibía por sus servicios unos pagos, bien en moneda o especias. No tenía que ser fácil la convivencia con los Señores de algunas de esas casas cn la misma población.
Cuando las primeras villas viejas con fueros propios, tales como Segura o Villafranca, se fueron formando en los entornos de Lazcano, Arriaran, etc., más tarde que pronto se fueron también integrando en ellas distintas colaciones, principalmente por seguridad física y jurídica. Llevaban muchos años sufriendo desmanes y abusos en sus casas y poblaciones. Algunas poblaciones de nuestra comarca se unieron a Segura en 1384 y a Villafranca en 1399. Poco a poco se estaba gestando un cambio que todavía tardó más de medio siglo en producirse. Finalmente se llevó a cabo con el desmoche de las torres de ciertos banderizos y el destierro de algunos de sus señores, aunque muy pronto regresaron y “aprendieron a convivir”, la mayoría de las veces también mandando de una u otra forma, ahora junto a esos nuevos poderes emanados de los fueros y privilegios que las villas ya tenían.
Esto que decimos lo refleja muy bien el hecho de que, aunque el concejo de Lazcano venía perteneciendo a la alcaldía mayor de Areria, donde también se integraban como prebostes los Señores de las casas de Lazcano y Arriaran, algunas casas importantes e independientes de Lazcano no dudaron en segregarse de la alcaldía mayor de Areria con todas sus consecuencias para integrarse en la cercana “Villa Franca”, tal y como era Ordizia entonces. Estas casas segregadas no dudaron en adherirse de “motu propio” a los pueblos que a ella se unieron el 8 de abril de 1399. Dichas casas fueron las de Maiz aundia, situada en zona de Lazcaomendi, las dos de Iztueta, las de Ibarrolaburu e Insaurrondo, las dos casas de Izaguirre, así como la casa de Garmendia, todas estas últimas situadas en la zona del valle. Y así estuvieron funcionando durante casi dos siglos y medio, hasta el 16 de febrero de 1648, año en el que se separaron. (3)
El representante de la Alcaldía Mayor de Areria, en donde se integraba Lazcano, ocupaba en las Juntas Generales el asiento 15 a la derecha del Corregidor, siempre conforme al cuadro efectuado en su día por la historiadora Rosa Ayerbe Iribar. El asiento de su representante se ubicaba entre el que tenía el delegado de la Alcaldía Mayor de Sayaz y los sillones correspondientes a los del Secretario y el Presidente de tales Juntas. (4)
En 1862 Pablo Gorosabel dice esto que sigue de la población y casas de Lazcano:
“En el cuerpo de la población hay 43 casas y fuera de ella otras 73 de labranza, componiéndose todo su vecindario de 1079 habitantes repartidos a su vez en 187 familias” (5)
Hay un dato también ofrecido por Gorosabel que, aunque conocido, no deja de ser a nuestro juicio interesante, dado que hoy día nadie sabe con certeza dónde pudo estar ubicada dicha casa-torre. Son estos curiosos párrafos que dicen así respecto a la primitiva casa-torre de los Lazcano:
“La antigua casa-solar del mismo nombre, cuyos cimientos se descubrieron en el año 1854, se hallaba situada en medio del pueblo al contacto con el río, la cual fue demolida por la Hermandad de Guipuzcoa de orden del Rey D. Enrique IV en el año de 1457” (5)
La Estadística de los pueblos y habitantes de Guipuzcoa, referenciada el 24 de diciembre de 1860, asigna a Lazcano 1069 habitantes. (6) Ignoramos el motivo de tales diferencias respecto a lo indicado por Gorosabel.
Más de medio siglo después, hacia principios de la segunda década del siglo XX, la población de Lazcano tenía 121 edificios, de los que la mitad aproximadamente formaban la zona urbana a lo largo de la nueva carretera de Lazkaibar hacia Navarra por el puerto de Lizarrausti. Sus habitantes en esa fecha ya totalizaban 1.176 vecinos. (7)
En la jurisdicción de Lazcano existen todavía tres ermitas, tales como la de San Prudencio, San Juan Evangelista en zona de Zubierreka y San Juan <Ante Portam Latinam> en el barrio de Lazkaomendi. El complejo histórico-religioso de Lazkao es de los más importantes de Guipuzcoa. Las fiestas del pueblo se celebran el día 28 de abril en honor a San Prudencio.
- Apartado, “Las primeras citas”, página 24 a 29 y otras. Fuentes: Andrés Eliseo de Mañaricua, Scriptorium Victoriense, 4-pp. 304/325. – B.R.A.H. – Tomo 3, Cuaderno III, Año 1883, pp. 202-208, Fidel Fita
- Orígenes de una comunidad, apartado Lazcano, página 10, Elena Barrena
- Geográfica de Guipuzcoa, Serapio Mugica, página 973
- Cuadro de la historiadora Rosa Ayerbe Iribar, publicado en el libro “Gudugarreta en la historia de la comarca”, página 129, fotografía 28
- Diccionario Histórico Geográfico de Guipuzcoa, Lazcano, Pablo Gorosabel
- “Cuadro Estadístico de la Diputación de 1860”
- Geográfica de Guipuzcoa, Serapio Mugica, página 971
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