LEGORRETA (CAS)

Lo trascribimos tal y como Koldo Mitxelena indica en su libro: Le(g)or en Vizcaya y Guipuzcoa <seco>: Legorburu, Legorreta, Leorraga. Véase también el término egileor en el apartado número 195 de las fuentes abajo indicadas. Compárese el topónimo Leorla(t)z, documentación de Irache 1283. Sobre lei(h)or, le(g)or, lior, (hidrónimo), Errekallor <arroyo seco> en Alava-Vitoria, villa Urribarrilior, (Alava). Al. 952, etc.)

Respecto al sufijo eta, dice que es <terminación de multitud de nombres topográficos que indican pluralidad (Azkue)>. Añade también que de su frecuencia da fe la conocida reja de San Millan, donde aparecen Azazaheta, Berrozteguieta, Bagoeta, Erroheta, Galharreta, Gazaheta, Gelhegieta, Haizcoeta, etc. Véase también –keta, dice.

El autor menciona distintas cosas y comparaciones que nos saltamos por ser de difícil comprensión para nosotros, dejando para el lector entendido e interesado que lo pueda leer y estudiar en los pies de página abajo indicados si lo considera oportuno. (1)

Se supone, sin ninguna documentación que lo acredite, que en la conformación de la primitiva Legorreta como lugar o aldea de vecinos posiblemente tendría algo que ver la casa-solar Legorreta zar. Además de estos vecinos con apelativo Legorreta, de quienes ya se tienen notician hacia principios del siglo XIII, hay otros apellidos con mucha historia en la villa, tales como los de Urdaneta, Aulia, Esnaola, Echeberria, Oriar, Ibarbia, etc.

Como la mayoría de las poblaciones que se unieron a Villafranca por escritura de concordia el 8 de abril de 1399, Legorreta era entonces una simple colación de vecinos. Como en otras anexiones similares, Enrique III la aprobó en 1402 y los Reyes Católicos en 1492. No vamos a repetir las poblaciones que se unieron a Villafranca entonces, pues ya lo hemos repetido varias veces. Como todo el mundo sabe, apostar por la fuerza y seguridad que podrían adquirir las distintas colaciones tras su unión a las denominadas viejas villas, todas dotadas de fueros y privilegios reales, siempre ejerciendo como contrapoder entonces al que venían desplegando de mala manera los citados Parientes Mayores fue una apuesta a largo plazo.

Sin embargo, cuando esos pueblos adquirieron la merced real de poder comprar el villazgo en 1615, decidieron liberarse de esa tutela ejercida hasta entonces sobre ellos por el citado Consejo de Villafranca, y se asociaron durante ese mismo año de 1615 con carácter igualatorio en la llamada Unión del Río Oria, colación de villas que duró bastante tiempo, como observaremos también un poco más adelante.

Por ese privilegio que alcanzó el 4 de febrero de 1615, Legorreta adquirió por sí y para sí dicho título por el importe de 7.425 pesetas traducida a moneda de hoy en día, una vez computadas por el licenciado Hernando de Ribera su matrícula de aportación en 108 unidades vecinales. Ese pago obligado de 25 ducados por cada vecino computado supuso en moneda de la citada época 2.700 ducados para las arcas del Rey, sin incluir otros 150 ducados más por los gastos que debió de abonar al escribano de turno. (2) Como una aproximación al número de habitantes que Legorreta podría tener entonces, diremos que dicho término de 108 vecinos, acuñado simplemente para favorecer a los intereses de la Corona y evitar la picaresca de sus habitantes a la hora de declararse vecinos del lugar, equivaldría entonces aproximadamente a unas 577 personas.

Como hemos dicho anteriormente, en dicha coalición del Río Oria estuvieron presentes desde un principio estas villas de nuevo cuño con su antigua grafía, tales como Alzaga, Arama, Gainza, Isasondo, Legorreta y Zaldibia. Ataun se incorporó después, en 1651, pero volvió a salirse de dicha coalición en 1664. Arama y Zaldibia se separaron por su parte en el año 1682. Zaldibia volvió a entrar en ella 59 años después de su salida, pero de nuevo optó por la separación en 1768, año en el que Arama se incorporó de nuevo a la citada coalición. Esta Unión del Río Oria cesó en su actividad de intereses comunes en 1856, tras haber cumplido sus fines durante 241 años. (3)

El asiento de Legorreta en las Juntas Generales de Guipuzcoa se correspondería con el número 23 situado a la izquierda del Corregidor, siempre conforme a la composición elaborada por la historiadora Rosa Ayerbe Iribar. En la composición del cuadro su asiento se ubicaría entonces entre los ocupados por los distintos representantes de las villas de “Amassa” e “Ychasondo”, escritas tal y como lo hacen en el citado cuadro. (4)

El representante de Legorreta gestionaba a su vez 12 fuegos en dichas Juntas Generales para el reparto de los gastos e ingresos provinciales. Gorosabel también dice lo que sigue en cuanto a la población y habitantes de Legorreta en 1862:

“La población se compone de una sola calle, en cuyo centro se haya la plaza, la casa de ayuntamiento y la iglesia parroquial, y todo su vecindario asciende a 798 vecinos, según el censo formado en 1860” (5)

Observamos, sin embargo, que en la información de la “Estadística de los pueblos y habitantes de Guipuzcoa formada el 24 de diciembre de 1860”, dicho estadillo asigna a Legorreta una población de 883 habitantes, 85 personas más que la cifra indicada por Gorosabel en el párrafo anterior (6). Volvemos a repetir que ignoramos el motivo de tales diferencias en ese breve espacio de tiempo.

Más de medio siglo después a estos últimos datos, hacia principios de la segunda década del siglo XX, la villa de Legorreta tenía 718 habitantes, que habitaban 18 casas en el casco de población ubicado junto a la parroquia, más otros 81 caseríos situados en zona rural de su jurisdicción diseminados por los montes. (7) Aquí si se observa nuevamente un marcado descenso demográfico durante ese medio transcurrido desde el año 1860, posiblemente también derivada de esa falta de industrias en el pueblo de Legorreta durante esa Primera Revolución Industrial tardía del País Vasco.

Aparte de la parroquia con advocación a San Salbador, reconstruida durante el siglo XVI, también existen otras tres ermitas dentro de su jurisdicción: Santa Marina, Santa Ana y Nuestra Señora de Guadalupe.

Las fiestas de la villa de Legorreta tienen lugar el día de la Asunción, que litúrgicamente en el calendario es una celebración móvil, dado que se suele celebrar a los 40 días de la Pascua de Resurrección, siempre dependiendo de la Semana Santa.

  • Apellidos Vascos, Koldo Mitxelena, Txertoa, 3ª edición, apartado 404 y 235, páginas 122 y 87
  • Geográfica de Guipuzcoa, Serapio Mugica, página 977
  • Las poblaciones de Guipuzcoa, Javier María Sada
  • Cuadro de la historiadora Rosa Ayerbe Iribar, publicado en el libro “Gudugarreta en la historia de la comarca”, página 129, fotografía 28
  • Diccionario Histórico Geográfico de Guipuzcoa, Legorreta, Pablo Gorosabel
  • “Cuadro estadístico de la Diputación de 1860”
  • Geográfica de Guipuzcoa, Serapio Mugica, página 976

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