ORDIZIA (CAS)

Los lingüistas llevan bastantes años proponiendo distintas etimologías en cuanto al significado y origen de la palabra Ordizia. Mitxelena explica el término de una forma muy breve al decir: -ia terminación frecuente, sobre todo en la forma –(t)zia (Erdocia, Erquicia, Noblecia, Ordicia, Ulacia); también es frecuente –ya, tras una vocal (Cendoya), Zozaya). Dicho autor también señala que en la mayor parte de los casos –a sea el artículo; en los primeros citados quizá podría tratarse de una variación del sufijo –tza, -tze. (1)

Por nuestra parte, y desde la ignorancia sobre temas tan técnicos y precisos, dadas las abundantes evidencias arqueológicas actuales respecto a la presencia romana en Euskalherria y en Guipuzcoa, que ahora citan con cierta frecuencia proposiciones de origen latino respecto a ciertos topónimos del País Vasco, nos han gustado mucho los estudios lingüísticos de algunos términos cercanos a nosotros que efectúa el filólogo Valeriano Yarza Urquiola.

En cuanto a lo que se refiere al nombre Ordizia, coincidiendo dicho autor muchas veces en sus exposiciones con Mitxelena, Salaberri, Hirigoien, Gorrotxategui y otros lingüistas de mucho prestigio, remitimos también a los lectores interesados en el tema a dicho autor en cuanto al referido topónimo. A nosotros la complejidad del asunto nuevamente nos deja al margen, por lo que otra vez derivamos a los lectores a las citadas fuentes. (2)

La “Villa Franca” (antigua Ordizia) era una de las llamada villas “viejas” de Guipuzcoa. En el privilegio rodado expedido por Alfonso X el 30 de julio de 1268, entre otras muchas cosas se dice:

          “…que avemos de facer una puebla en aquel logar que dicen Ordicia…” (3)

Un lugar con dicho nombre ya debía existir pues entonces, muy posiblemente en torno a la primitiva ermita de San Bartolomé junto al río Oria, tal y como dicen muchos autores. Y, decimos muy posiblemente, pues en cuanto a referencias escritas de que la antigua población de Ordizia se encontraba en torno a dicha ermita de San Bartolomé, el único documento que hace mención de esa posible ubicación data de principios del siglo XVI. Nos referimos en este caso a una copia de 1746, trascrita del citado documento original de aprobación de las Ordenanzas de la Cofradía de Santa Ana en 1509, donde dicen:

“…reunidos dentro en la iglesia (actual ermita) de San Bartolomé de Herdizia en la cámara de arriba…” (4)

Fue en 1399 cuando las poblaciones circundantes a la “Villa Franca” decidieron unirse a ella para hacer frente principalmente a los desmanes de los llamados Parientes Mayores. Todo el mundo sabe que dichas poblaciones eran Alzaga, Arama, Ataun, Beasain, Gainza, Isasondo, Legorreta, Zaldibia (escritas con sus antiguas grafías), además de una decena de casas importantes de Lazkao que seguramente no estaban muy de acuerdo de cómo se desarrollaba la política que los Lazcano desarrollaban entonces en el día a día de dicha población. Las citadas poblaciones integraron dicha Unión hasta el año 1615, cuando tras el pago correspondiente por dicha merced otorgada por rey Felipe III se constituyeron como villas.

En cuanto a las casas que se integraron en Ordizia entonces fueron las de Maiz aundi, en zona de Lazkaomendi, las dos de Iztueta, las de Ibarrolaburu e “Insaurrondo”, las dos casas de Izaguirre, así como la casa de Garmendia, estas últimas situadas en la zona baja del valle. Y así estuvieron funcionando estas durante casi dos siglos y medio, hasta el 16 de febrero de 1648, cuando se separaron. (5)

En cuanto a Ordizia, debemos también mencionar que fue el 14 de noviembre de 1409 cuando Juan de Amezqueta transmitió todos los derechos que podía tener sobre los citados pastos de Enirio Aralar a las poblaciones que constituían entonces las uniones de Bozue mayor y Bozue menor. En la primera se encontraba Amezqueta como cabeza de las poblaciones que la constituían; y, en la segunda estaba Villafranca (Ordizia). Y así lo dejamos ahora, pues es un tema que trataremos después en el apartado 23 de este libro, donde se desarrolla expresamente un resumen de la historia de la Mancomunidad de Enirio Aralar. Desde el año 1027 existen menciones documentales respecto a los aprovechamientos de dichos pastos en los montes de Enirio-Aralar. (6)

El asiento de Villafranca en las Juntas Generales de Guipuzcoa se correspondería con el número 5 ubicado a la izquierda del Corregidor, siempre conforme a la composición elaborada en su día por la historiadora Rosa Ayerbe Iribar. En la composición del citado cuadro su sitio se ubicaría entonces integrado entre el grupo de las denominadas “antiguas villas o villas viejas”, asientos ocupados durante esos años por los representantes de las villas de Bergara y Renteria. (7)

El antiguo casco urbano de Villafranca fue hasta aproximadamente la última guerra carlista la clásica “almendra” amurallada de la época, construida con cuatro puertas de entrada orientadas hacia sus puntos cardinales. En su interior estaban representadas gran parte de las familias más importantes de la zona, algunas de ellas con casas señoriales en su interior ya blasonadas en origen, tales como los palacios del Valmediano (Barrena, también del Infantado), Zabala, Abaria, Gasteluzar, Muxica, Lazcaibar-Balda, Isasaga, etc.

En cuanto a su jurisdicción, el historiador Pablo Gorosabel indica que Villafranca confinaba, por Oriente, con Arama; hacia Poniente, con Beasain; por el Sur, con Lazcano y, por el Norte, con la villa de Isasondo. También refiere que en el año 1862 tenía 1.197 habitantes dentro de su jurisdicción. (8)

En cuanto a las casas extramuros e intramuros de Villafranca durante los años 1860 y 1861, dentro de su recinto amurallado había entonces 86 casas, otros 29 caseríos diseminados por los montes alrededor del casco urbano, más dos molinos harineros, además de otras 11 casas extramuros de la villa, pero en zona cercana al citado recinto histórico. Estas once casas situadas en lo que llamaban documentalmente arrabales de la población, se corresponderían con estos nombres con los que mayormente citan a los propietarios de tales casas:

Casa de Mendia; casa de Elosegui (situada en las cercanías del antiguo juego de pelota); casa Huerta; palacio del marqués de Villafuerte (Zabala); casa de Cartagena (situada en el arrabal de Garagarza); casa de Echabeguren (también situada en el arrabal de Garagarza); casa de Eleizegui (igualmente ubicada en dicho arrabal); casa de Arregui (la cuarta ubicada en dicho arrabal de Garagarza); casa de la fábrica de fósforos (detrás del actual nº8 de la calle Urdaneta); casa Goitia; casa de Zubiaurre (“Benta zuri” situada junto al puente de Lazkaibar).

El número de habitantes se correspondería exactamente con los 1.197 habitantes que cita Gorosabel arriba, integrados a su vez en 246 familias, tal y como indica el censo municipal del año 1861. (9)

Más de medio siglo después, hacia principios de la segunda década del siglo XX, Villafranca tenía 2.318 habitantes, que se distribuían a su vez en 157 edificios en zona urbana y 25 caseríos en la zona rural. La pujante industria que ya era la S.E.C.M. tiene mucho que ver en los crecimientos que tuvieron entonces Beasain, Ordizia y Lazkao. (10)

Las fiestas patronales de Ordizia tienen lugar el 26 de julio, festividad de Santa Ana. La villa también tiene dos ermitas, la de San Bartolomé antes citada y la de San Pedro, integrada actualmente dentro de la fábrica de la parroquia.

  • “Apellidos Vascos”, Koldo Mitxelena, Txertoa, 3ª edición, apartado 303, página 100
  • Anejos de Veleia, tomo II, “Notas de toponimia guipuzcoana”, Valeriano Yarza Urquiola, páginas 1.119 a 1.144 — Fontes Linguae Vasconum, “Notas sobre toponimia de origen romano en Bizkaia”, Valeriano Yarza Urquiola, páginas 345 a 384 (Ordizia, páginas 376-377)
  • “De Villafranca a Ordizia, un camino pleno de historia”, Ana Galdos, página 265
  • Monografía Histórica de Villafranca (1908), Carmelo Echegaray y Serapio Mugica, página 68
  • Geográfica de Guipuzcoa, Serapio Mugica, página 973
  • Las poblaciones de Guipuzcoa, Javier María Sada
  • Cuadro de la historiadora Rosa Ayerbe Iribar, publicado en el libro “Gudugarreta en la historia de la comarca”, página 129, fotografía 28
  • Diccionario Histórico Geográfico de Guipuzcoa, Villafranca, Pablo Gorosabel
  • “Aproximación al conocimiento del casco amurallado de Ordizia”, Santa Ana 2012, artículo de Martín Garcia Garmendia
  • Geográfica de Guipuzcoa, Serapio Mugica, página 988

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