Ciñéndonos primero como siempre a Koldo Mitxelena, observamos que dice esto: orma <pared> (variante de borma, del latín forma). Cita los ejemplos de Ormaechea, Ormaondo, Ormazabal; Hormaeche (a), Hormaegui. No es raro hallar en el país edificaciones que lleven nombre cuales los de <Ormaechea> (casa hecha) de muros pétreos…). <Tellechea> (casa con tejas) etc., que aluden a algo que en algún momento se consideró como singular y raro en el pueblo o valle (sic) (Julio Caro Baroja, Los Vascos, 147). (1)
En cuanto a la antigüedad del término, veamos como “…en 1053 el conde Munio Çanciç (tal vez Sancius <Sancho>) y su mujer la condesa Leguntia, fundan un monasterio para religiosos o religiosas, denominado San Agustin de Echeverria…” (2) Entre las personas que firmaron como testigos y fiadores en dicho documento, de casi un milenio de antigüedad, aparecieron estos tres nombres:
“Eneco Lupiz de Laçkanu, Gomiç Fortuniç de Formaiçtegi, confirmat, y Nanuso Narriateç de Lohinaç, confirmat…” (3)
De nuevo aparecen, aunque brevemente, antiguas palabras correspondientes con el latín. Los historiadores no dudaron entonces en confirmar que, con dicho contexto, Lackanu es la actual Lazcano, Formaiçtegi nuestra vecina Ormaiztegi, y Lohinaç ese interesante y antiguo término nuestro de Loinaz integrado en Beasain.
La vinculación de Ormaiztegui a Segura tuvo lugar el 22 de marzo de 1384, según el acuerdo que sería confirmado por el rey Juan I el dos de febrero de 1387 y por Enrique III el 15 de diciembre de 1393. Ormaiztegui lo hizo de forma similar a las poblaciones adheridas en tal fecha a dicha villa “vieja” de Segura.
El término de Ormaiztegui limitaba por esos años de esta forma con las poblaciones vecinas: al Norte, con Itxaso; hacia el Sur, con Gabiria y Mutiloa; por el Este, con Idiazabal; y, hacia Poniente, con la extensa jurisdicción de Legazpia.
Tras la compra del villazgo en 1615, inicialmente integró la Unión del Valle San Esteban como prorrateo de los gastos por acudir a las Juntas Generales de Guipuzcoa, tal y como hemos explicado anteriormente en otros apartados coincidentes. En 1679 se agregó a la Alcaldía Mayor de Areria junto con Gudugarreta y Astigarreta, aunque para entonces ya había integrado anteriormente la denominada Unión de Zegama en 1637. (4)
El asiento de Ormaiztegui en las Juntas Generales de Guipuzcoa se correspondería con el número 39 situado a la izquierda del Corregidor, siempre conforme a la composición elaborada en su día por la historiadora Rosa Ayerbe Iribar. En la composición del citado cuadro su asiento se ubicaría entonces entre los representantes de las villas de Elduayen y Gainza, tal y como vienen escritos dichos nombres en el citado documento. (5) Cuando Ormaiztegui integraba la Unión de Areria, a la hora de efectuar en ella el reparto provincial de gastos e ingresos, tenía once fuegos en tales Juntas Generales de Guipuzcoa para las votaciones.
La información que ofrece Pablo Gorosabel de la población de Ormaiztegui en 1862 es bastante escueta; el historiador dice así:
“…el cuerpo de la villa se compone de un grupo de casas situado en torno a la parroquia, la mayor parte de ellas aisladas, por lo que no hay calle formal o arreglada…”
Dicho autor añade también esto que sigue:
“…según el último censo de población el vecindario de todo su territorio consiste en 745 habitantes…” (6)
Sin embargo, en la Estadística de los pueblos de Guipuzcoa formada el 24 de diciembre de 1860, leemos cómo señalan una población de 721 habitantes entonces. Ignoramos el motivo de esa disparidad de habitantes tan importante en tan poco tiempo. (7)
Más de medio siglo después, hacia principios de la segunda década del siglo XX, Ormaiztegui tenía 633 habitantes, que se distribuían en casi una treintena de construcciones en el casco urbano ubicado en torno a la parroquia y otros 60 caseríos más diseminados por los montes de su jurisdicción. (8)
El descenso de población observado es sin duda importante, 112 personas menos en cuanto a lo referido arriba por Gorosabel, o bien 88 habitantes menos en cuanto al citado cuadro editado por la Diputación en 1860. A pesar de “haberse subido la villa al carro del progreso en cuanto al trazado del ferrocarril”, tal vez esa industria que vino después se quedó al margen en tan importantes momentos.
Tres señas de identidad de la villa de Ormaiztegui entonces podrían ser éstas: el viaducto del Ferrocarril del Norte de 1863/1864, ese balneario tan importante entonces que adoptó el nombre de la villa; y, Zumalacarregui como villa natal que fue del militar carlista.
En cuanto a la primera, quien lo iba a decir; si 1861 -año del inicio constructivo del puente- fue para el pueblo de Ormaiztegi un “fuerte trauma” asimilar que su hermoso valle iba a quedar invadido para siempre por un enorme viaducto metálico de 288,275 metros de longitud, entre 32 y 34 metros de altura media, y toneladas y toneladas de estructura metálica apoyada sobre apenas cuatro pilares de piedra de sillería, sin duda alguna el más importante y esbelto de todos los trazados en la línea Madrid-Irún), casi 150 años después una mayoría de las nuevas generaciones lo vieron ya de una forma muy diferente, más bien como un gran monumento. Curiosamente, toda esa enorme mole de acero y piedra labrada, proyectada por el ingeniero francés Lavalley, se acabó convirtiendo en una de las más importantes señas de identidad en cuanto a construcción civil.
En lo referente a la moda e inicio de los balnearios en Guipuzcoa, tal vez se iniciaron éstos con la Ilustración guipuzcoana. Fue en 1853 cuando se inició la historia del balneario de Ormaiztegi, conocido y reconocido sobre todo por sus aguas y curas dermatológicas. Los primeros análisis de éstas los practicó Sáez Montoya en 1855, eminente profesor de farmacia entonces. Hubo que esperar sin embargo a 1864 para que se construyera el primer edificio del balneario, al que se adosó otro en 1872. El balneario de Ormaiztegi, situado precisamente debajo del citado puente del ferrocarril, fue sin duda uno de los más importantes de Guipuzcoa en dicha época de finales del siglo XIX y principios del XX. (9)
Por último, nos referimos a Tomás de Zumalacarregui, que nació en Ormaiztegi el 29 de diciembre de 1788. Era hijo de Francisco Antonio de Zumalacarregui, escribano real y de número. Su madre fue María Ana de Imaz y Altolaguirre, con raíces en la villa vecina de Ataun. Seguía siendo estudiante eclesiástico en Pamplona cuando se produjo la invasión de Napoleón, hecho éste que tal vez cambió el rumbo de su vida. Falleció a su vez en Cegama el 24 de junio de 1835, en la casa Mazquiaran barrena de unos parientes suyos. Se ha escrito tanto sobre este militar carlista que no creemos oportuno ahora ahondar más en el tema.
Las fiestas de Ormaiztegi tienen lugar el 29 de noviembre, festividad de San Andrés, cuya parroquia es de advocación al citado santo.
- “Apellidos Vascos”, Koldo Mitxelena, Txertoa, 3ª edición, apartados 499 y 554, página 141 y 151
- (Andrés Eliseo de Mañaricua, Scriptorium Victoriense, 4-pp 304-325)
- (B.R.A.H.- Tomo 3, cuaderno III, Año 1883, pp. 202-208-Fidel Fita)
- Las Poblaciones de Guipuzcoa, Javier María Sada
- Cuadro de la historiadora Rosa Ayerbe Iribar, publicado en el libro “Gudugarreta en la historia de la comarca”, página 129, fotografía 28
- “Diccionario Histórico Geográfico de Guipuzcoa, Ormaiztegui, Pablo Gorosabel
- “Cuadro poblacional de Guipuzcoa de 1860”, editado por la Diputación
- Geográfica de Guipuzcoa, Serapio Mugica, página 868
- “Balnearios Vascos, su esplendor”, José María Urkia Etxabe, página 226
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