Mitxelena señala lo que sigue respecto a la etimología del nombre Zaldibia: Zaldi (caballo), Zalbide (año 1448), Zalbidea, Zalbidegoitia, Zaldarriaga, Zaldaiz. Añade que no es fácil distinguir formalmente sus compuestos respecto de los de zaldu, pero también dice que éste parece ser el componente en la mayoría de los casos, así en Zaldibar o Zaldibia.
Añade igualmente esto que sigue: (h)ibi <vado> (véase ubi s.v. u-): Ibia, Ibieta (acaso de (h)ibai), Ibiri, Ibiricu, Ibiurreta, (Iburreta); arribi, Arribiondo, Astibia, Oñatibia, Zaldibia, etc. (1) Volvemos a remitir a los lectores interesados a las fuentes indicadas a pie de página para ampliar la información de nuestro recurrente maestro Mitxelena.
Sea que los inicios de la población tuvieran lugar junto a la ermita de Saturdi o bien en la zona de “Santa Fe de Champayn” hacia el siglo XII, lo cierto es que, como tantas otras colaciones de la comarca, su anexión a la antigua “Villa Franca” tuvo lugar en 1399, tal y como hemos explicado anteriormente en distintas poblaciones de nuestra comarca.
En el caso de Zaldibia los vecinos de prestigio que acudieron en su día como representantes al acto de anexión a dicha villa matriz fueron: Martín Martínez de Aguirre, Juan de Celaya, Juan de Araiz, Juan de Urreta, su hermano Martín de Urreta, Juan Lopez de Celaya, Fernando de Zugasti, Lope Ochoa de Carregoyen, su hijo Ochoa de Carregoyen, Lope de Irastorza, María de Pontepereda, Juan de Cendoya, Martin de Albisu, Pedro de Arrue de Lizarraga, Martín Anton y Juan Lopez de Aldaiburu. Todos lo hicieron como vecinos y moradores que eran de la pequeña colación de Zaldibia; y, como otras tantas veces, esta anexión fue aprobada por el Rey en Turégano el 5 de agosto de 1402. (2)
La importancia que tenía Zaldibia durante esos años en esa congregación de Bozue menor (Unión de Villafranca), que aglutinó legal y jurídicamente el 14 de noviembre de 1409 a los distintos pueblos para el aprovechamiento de los pastos altos de verano en Aralar, queda fuera de toda duda dadas sus características. Fue en dicha fecha cuando Juan de Amezqueta transmitió por venta tales derechos a los vecinos de los pueblos circundantes que se beneficiaban de los mismos. Seguro que la proximidad de dichos pastos de Aralar, y los de la pequeña agrupación de Intxusti en los que Zaldibia también participaba entonces tuvieron mucho que ver en esa histórica tradición pastoril de los habitantes de Zaldibia.
La jurisdicción de Zaldibia hacia mediados del siglo XIX lindaba con estas poblaciones, tal y como indica Pablo Gorosabel: al Este, con Gainza; hacia el Oeste, la jurisdicción de Lazcano; por el Sur se situaban tierras de Ataun y Abalcisqueta; y, por el Norte, sus límites tocaban las jurisdicciones de Arama, Alzaga y Villafranca, escritas todas conforme a la grafía que utiliza dicho autor. (3)
El asiento de Zaldibia en las Juntas Generales de Guipuzcoa se correspondía con el número 28 ubicado a la izquierda del Corregidor, siempre conforme a la composición elaborada en su día por la historiadora Rosa Ayerbe Iribar. En la composición del citado cuadro, el representante de Zaldibia se situaría entonces entre los representantes de las villas de Anoeta y Beasain. (4)
La descripción de la villa de Zaldibia que realiza Gorosabel hacia mediados del siglo XIX refiere también la importancia de Zaldibia en cuanto a caseríos en esa fecha, dado que describe primero la ubicación de sus escasas casas urbanas en torno a la parroquia de esta forma:
“El cuerpo de la villa se compone de un grupo como de una docena de casas, sin forma ordenada de calle, con una plaza, casa de ayuntamientos y posada publica…”
Y acentúa así el valor de sus otras casas rurales:
“…y el resto de casas hasta unas 112 se compone de caseríos de labranza esparramados por su término…”
Dicho autor termina su descripción diciendo que Zaldibia en 1862 dio un censo de población de 1.220 habitantes. (5)
En el cuadro sobre la “Estadísticas de los Pueblos de Guipuzcoa del 24 de diciembre de 1860”, editado en esa misma fecha por la Diputación de la provincia, estimaban también para Zaldibia una población de 1.220 habitantes, en este caso idéntica a la indicada por Gorosabel. (6)
La importancia que Zaldibia seguía teniendo dentro de la Mancomunidad de Enirio Aralar hacia mediados del siglo XIX seguía siendo muy importante. No en vano la cabaña ovina de Zaldibia mantenía entonces alrededor de 100 pastores y unos 10.000 cabezas de ganado en esos pastos veraniegos de altura. (7) Allí se ubicaba precisamente entonces la “gran fábrica” del Goierri, como cabeza que fue de dicha sociedad agrícola y ganadera.
En aquella Zaldibia de entonces, tan solo la familia Urtesabel tenía en dichos pastos de Aralar seis Seles en propiedad, que aparecen registrados con estos nombres: Arrozulo, Arrobigorriaga, Cayain (ahora de nombre Zain), Ezizaga (ahora de nombre Eizaga), Anzorobi y Gorostizu. Urtesabel es también una de las trece casas solariegas de Zaldibia. Dichos Seles, que aparecían marcados en cada uno de sus seis “austarriak” (mojones centrales de piedra) con la letra U, pasaron después por casamiento a ser propiedad de los Usarralde. Todavía se pueden observar en Aralar algunos de esos “austarriak”, cincelados sobre la piedra con dicha letra U, según indicamos y mostramos en las fuentes que referenciamos a pie de página. En dicho artículo también podemos contemplar el cuadro al óleo de Canuta Viguri Usarralde, titular entonces de la citada casa y de tales Seles en la mancomunidad de Enirio Aralar. (8)
Pasado medio siglo, hacia principios de la segunda década del siglo XX, Zaldibia tenía 1.261 habitantes, distribuidos de esta otra manera: 33 dicen ser las casas que había entonces en su zona urbana alrededor de la parroquia, además de otras 92 distribuidas en zona rural por los montes cercanos de su jurisdicción. Ateniéndonos a dichos datos, durante ese tiempo transcurrido Zaldibia había sufrido un pequeño vuelco en la distribución de lo que llaman casas del casco urbano y caseríos rurales. La suma de construcciones que Gorosabel citaba en 1862 sumaban alrededor de 124. Hacia principios de la segunda década del siglo XX sumaban prácticamente 125, pero distribuidas de diferente forma. Según estos nuevos datos las urbanas aumentaron en unas 21 unidades y las rurales descendieron en otras 20 casas.
La implantación en Beasain de la S.E.C.M. en el año 1901, sin duda tuvo mucho que ver en este cambio. No en vano dicha empresa negoció con el ayuntamiento de Zaldibia los derechos de las aguas de “Osinberde” con objeto de construir la central eléctrica necesaria para esa gran fábrica que todavía podemos contemplar. Al mismo tiempo la empresa construyó a su costa para disfrute del pueblo un hermoso frontón de pelota con pared izquierda para el juego del blé, entonces en auge. (9)
Las fiestas patronales de Santa Fe en Zaldibia suelen celebrarse durante el mes de octubre. Antiguamente también se celebraba una concurrida romería a la ermita de Saturdi el seis de octubre. Aunque sin pruebas documentales todavía de tal afirmación, según algunos autores esta ermita fue la primera iglesia de Zaldibia y lugar donde se ubicó la primitiva población.
- Apellidos Vascos, Koldo Mitxelena, Txertoa, 3ª edición, apartados 312/598-páginas 102 y 163
- Zaldibia, José María Suquia, páginas 47, 48 y 49
- “Diccionario Histórico Geográfico de Guipuzcoa”, Zaldibia, Pablo Gorosabel, año 1862
- Cuadro de la historiadora Rosa Ayerbe Iribar, publicado en el libro “Gudugarreta en la historia de la comarca”, página 129, fotografía 28
- “Diccionario Histórico Geográfico de Guipuzcoa”, Zaldibia, Pablo Gorosabel, año 1862
- “Cuadro poblacional editado por la Diputación de Guipuzcoa en 1860”
- J.M. Iztueta; “Monografía histórica de Zaldibia”, J.M. Suquia, página 109
- B.J.2015, “Seles del Reino de Pamplona en Aralar”, Martín Garcia Garmendia
- Geográfica de Guipuzcoa, Serapio Mugica, página 995
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