Tampoco se ponen de acuerdo los lingüistas respecto al verdadero significado de la palabra Beasain. Refiriéndonos a su antigüedad, ya existe una mención en la historia del reino de Navarra visionada a través del estudio y transcripción de los documentos medievales de la Colección Diplomática del monasterio de Irache, volumen 1, <años 958-1222>. Este trabajo lo publicó en 1965 el gran investigador navarro José María Lacarra, y causó un gran impacto entre los investigadores interesados en la antigua cultura pirenaica occidental.
Pues bien, en dichos documentos aparece una donación de bienes efectuada por un tal Eneko de Iputza, donde salen escritos una serie de topónimos y apellidos que los lingüistas, entre ellos Koldo Mitxelena, identificaron en sus estudios como zonas y apellidos marcadamente guipuzcoanos. En lo que atañe a nuestra jurisdicción, algunos de los nombres citados ese año 1211 son los términos Loinaz, (lo(h)i, <lodo> según también Koldo Mitxelena); Gudubarreta (Gudugarreta) y Bessain (Beasain), siempre referenciado tal y como vienen escritos en los citados documentos medievales. (1)
En su libro “Apellidos Vascos” Mitxelena también dice esto que sigue sobre la palabra Beasain; Beraxa nombre propio: Berasategui, Berastegui; compárese con los topónimos Barasoain, Berasain, Beasain (Julio Caro Baroja, Mat., 69-70 y 163-164). Arigita, Historia de la imagen y santuario de San Miguel Excelsis, Pamplona 1904, página 203. Los lectores interesados en el tema pueden ampliar la información en las fuentes abajo indicadas. (2)
La parroquia o colación de Beasain se unió a Villafranca el 8 de abril de 1399. Este convenio de anexión también lo confirmó Enrique III el 5 de agosto de 1402, y de la misma manera los Reyes Católicos en 1492. Beasain, como el resto de las villas integradas en dicha unión con Villafranca, también conservó sus términos y administración independiente.
Fue el cuatro de febrero de 1615 cuando Beasain obtuvo el título de Villa. Según indica Serapio Mugica, tras el pago de 13.674 pesetas con 75 céntimos, equivalentes a esos 54.699 reales que la villa abonó a la Hacienda Real. El citado licenciado Hernando de Ribera computó entonces para la población de Beasain 126,5 vecinos, equivalentes a su vez a unos 690 habitantes. (3)
Tomando un párrafo del libro “Historia de un municipio guipuzcoano”, observamos que los autores puntualizan de esta forma el abono en moneda real de aquella época en lo referente al plazo de pago:
“Beasain se comprometía a pagar la suma de 25 ducados por cada uno de los vecinos que tuviere la villa, en un breve plazo de treinta días posteriores a la averiguación de su población” (4)
Si en el párrafo superior el citado autor convierte en pesetas el importe pagado al haber computado el licenciado Hernando de Ribera 126,5 vecinos, en el caso lógico de haberlo hecho en ducados, al ser esta la moneda empleada entonces, Beasain abonó entonces a la Corona 25 ducados por cada unidad “vecinal” computada, o sea 3.162,5 ducados.
Beasain se separó de Villafranca en 1615, aunque ambas fundaron de nuevo una Unión de villas en 1664 para prorratear esos cuantiosos gastos que se producían al acudir un representante a las Juntas Generales de la provincia. A dicha agrupación se le juntaron Zaldibia y Arama en 1682. Ataun lo hizo a su vez en 1710, pero fue rechazado por las Juntas Generales de la provincia, aunque fue finalmente admitida en 1712. Beasain y Ataun abandonaron esta nueva Unión en 1818, creando a su vez Atazalbea, nueva agrupación de villas que ahora también incluyó a Zaldibia, y que había abandonado a su vez la unión anterior en 1741. Esta nueva Unión Atazalbea se disolvió definitivamente en 1852. (5)
Beasain tenía en las Juntas Generales de Guipuzcoa el asiento número 27 a la izquierda del Corregidor, siempre conforme al cuadro efectuado por la historiadora Rosa Ayerbe Iribar. Este asiento se ubicaba entonces entre los que ocupaban los representantes de las villas de Zerain y Zaldibia. El representante de Beasain gestionaba entonces dieciocho fuegos para el reparto de los gastos e ingresos provinciales. (6)
Si hacemos caso al historiador Pablo Gorosabel, tras el censo de 1862 Beasain tenía 1385 habitantes repartidos en 110 casas, aunque observando la “Estadística de los pueblos y habitantes de Guipuzcoa”, obtenida el 24 de diciembre de 1860, aquí la Provincia le asignó 1448 habitantes. (7)
Durante esos años Beasain fue la primera población de Guipuzcoa en instalar un “Alto Horno” de carbón vegetal de estructura tronco cónica a orillas del río Oria en 1862. El segundo de la provincia también se instaló aquí junto al anterior, apenas a 20/25 metros del primero, ahora con una estructura tronco piramidal, tan solo tres años después. (8)
Medio siglo después, hacia principios de la segunda década del siglo XX, Beasain tenía ya 89 casas en zona urbana y otras 130 diseminadas por los montes de su jurisdicción. Para entonces Gudugarreta ya se había anexionado en 1882 a Beasain tras algunos intentos fallidos, alguno incluso llevado a cabo cuarenta años antes. La anexión se notificó con esta escueta nota en el boletín de la Diputación:
“Real Orden disponiendo que el pueblo de Gudugarreta pase al partido judicial de Tolosa, y que se suprima su ayuntamiento, incorporándose su término al de Beasain”. (9)
Tampoco tardaron en hacerlo Arriaran y Astigarreta, dado que se anexionaron a Beasain durante los años 1927 y 1929, respectivamente. Gran parte de las tierras comunales de Beasain, Gudugarreta y Astigarreta, mantenidas en régimen de “proindiviso” a lo largo de esos extensos ramales y vertientes de Muru desde antes del siglo XIV, ya habían pasado en gran parte a ser propiedad particular tras distintas desamortizaciones efectuadas en tiempos difíciles. Arriaran se integró a su vez en 1927, dejando tan solo algunos vestigios del antiguo e importante señorío que fue durante siglos.
Las fiestas patronales de todos esos barrios se siguen celebrando actualmente: En Garin las fiestas se celebran durante el invierno conmemorando al patrono San Sebastián. Las celebraciones en Astigarreta tienen lugar en honor a San Martín durante el otoño. Arriaran por su parte celebra sus fiestas patronales el 29 de junio en honor a San Pedro. Sin embargo, las fiestas de Beasain son movibles, rememorando las antiguas ferias de Loinaz, dependiendo de cuando comienza la Semana Santa cada año. Se inician a los 40 días de lo que llaman en liturgia la Pascua de Resurrección.
- “B.P.2020”, La villa de Gudugarreta en la historia de la comarca, páginas 34, 35 y 35
- “Apellidos Vascos”, Koldo Mitxelena, Editorial Txertoa, apartados 150 y 18, páginas 71, 72 y 38, 39 y 40.
- Geográfica de Guipuzcoa, Serapio Mugica, página 945
- B.H.M.G., Capítulo 11, Apertura de Beasain a la historia, página 221
- Las poblaciones de Guipuzcoa, Javier María Sada
- Cuadro de la historiadora Rosa Ayerbe Iribar, publicado en el libro “Gudugarreta en la historia de la comarca”, página 129, fotografía 28
- “Cuadro Estadístico de la Diputación de 1860” sobre los habitantes de Guipuzcoa
- “Las fotografías más antiguas del del Goierri”, Colección Brunet del marqués de la Real Defensa, páginas 96 a 124 y otras (las primeras 10 fotos de dichos “Altos Hornos”), Martín Garcia Garmendia
- La villa de Gudugarreta en la historia de la comarca, “B.P.2020”, página 443
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